Mejores prácticas para el mantenimiento y la reparación de sistemas de irrigación

Los sistemas de riego son inversiones importantes para mantener la salud y vitalidad de los cultivos, céspedes y jardines. Sin embargo, para garantizar su eficacia, estos sistemas requieren un mantenimiento y reparaciones regulares.

Un sistema de riego bien mantenido y en funcionamiento adecuado puede tener un impacto significativo en la salud y apariencia de céspedes, jardines y cultivos. El mantenimiento rutinario incluye la limpieza e inspección de las cabezas de riego, la verificación de la presión del agua y el monitoreo del consumo de agua. Estas acciones ayudan a prevenir problemas potenciales antes de que causen daños importantes o derroches de agua. También puede ser necesario realizar reparaciones en caso de fugas o mal funcionamiento de las válvulas.

Arranque antes de la temporada

Es esencial preparar el sistema de riego antes de la temporada de riego. Esto implica revisar todo el sistema en busca de fugas y daños, limpiar y ajustar las cabezas de riego y emisores, y asegurarse de que el suministro de agua se realice gradualmente para evitar daños por alta presión de agua en las tuberías.

Asistencia profesional para la reparación de su sistema de riego

Si bien algunos problemas de riego se pueden resolver con trabajos de bricolaje, las reparaciones y el mantenimiento más complejos requieren la intervención de un profesional. Los expertos en riego tienen las habilidades, conocimientos y equipo necesarios para diagnosticar y resolver rápidamente los problemas relacionados con los sistemas de riego.

Mantenimiento e inspección regulares del sistema de riego

El mantenimiento e inspección regulares del sistema de riego evitan que los problemas pequeños se conviertan en grandes. Estas tareas rutinarias deben realizarse al menos una vez por temporada (primavera, verano y otoño).

  • Limpiar e inspeccionar las cabezas de riego: Las cabezas de riego sucias o dañadas pueden causar irregularidades en el riego y desperdicio de agua. Verifique que cada cabeza de aspersor/emisor no esté obstruida, dañada o que el chorro sea irregular. Limpie o reemplace las cabezas si es necesario.
  • Verificar y ajustar la presión del agua: Una presión de agua elevada puede dañar el sistema de riego o causar fugas. Use un manómetro para medir la presión del agua y realice los ajustes necesarios.
  • Inspeccionar las válvulas de cierre y retención: Las válvulas de cierre y retención son elementos esenciales del sistema de riego. Verifique que no haya fugas, daños y que funcionen correctamente.
  • Supervisar el consumo de agua: Haga un seguimiento de su consumo de agua para identificar cualquier pico o tendencia inusual. Esto ayuda a detectar problemas potenciales antes de que causen daños importantes o desperdicio de agua.
  • Limpiar los filtros: Los filtros evitan que los desechos y otros materiales ingresen al sistema de riego y lo dañen. Los filtros obstruidos pueden obstaculizar el flujo de agua y los accesorios defectuosos pueden bloquear los aspersores/emisores. Limpie los filtros regularmente y reemplácelos si es necesario.

Reparaciones del sistema de riego

Incluso si se mantienen adecuadamente, los sistemas de riego pueden presentar problemas que requieren reparaciones.

  • Fugas: Las fugas son un problema común en los sistemas de riego y pueden provocar un desperdicio significativo de agua y daños a la granja o al paisaje. Si detecta una fuga, corte el suministro de agua y contacte a un profesional para su reparación.
  • Cabezas de aspersor/emisor rotas o dañadas: El desgaste puede provocar la rotura o daño de las cabezas de aspersor/emisor. Reemplace las cabezas según sea necesario para garantizar un riego regular y eficiente.
  • Válvulas defectuosas: Las válvulas defectuosas pueden provocar un riego excesivo o insuficiente. Puede ser necesario el asesoramiento de un profesional para resolver problemas relacionados con las válvulas.
  • Tuberías obstruidas o dañadas: Los desechos o daños pueden causar obstrucciones o ineficiencias en las tuberías, lo que resulta en un riego desigual o una falla completa del sistema. Un técnico profesional puede diagnosticar y reparar problemas de tuberías.
  • Mal funcionamiento del programador: El programador de un sistema de riego proporciona instrucciones al sistema y puede tener un mal funcionamiento, lo que lleva a un riego excesivo o insuficiente. Verifique la batería del programador, restablezca el sistema o reemplace el programador si es necesario.

Invernaje del sistema de riego – Proteja su sistema de riego contra las heladas durante el invierno.

El invernaje del sistema de riego es el proceso de preparación y protección contra posibles daños causados por las bajas temperaturas durante la temporada de invierno. En algunas regiones, el invernaje del sistema de riego es esencial para evitar daños en las tuberías y el equipo.

  • Corte el suministro de agua: Corte el suministro principal de agua del sistema de riego y abra la válvula de drenaje para permitir que el agua restante se escurra.
  • Elimine el agua de las tuberías: Utilice un compresor de aire para expulsar el agua residual de las tuberías del sistema de riego.
  • Aísle las tuberías expuestas: Cubra las tuberías expuestas con aislamiento para evitar daños por congelación.
  • Cubra las válvulas expuestas: Protéjalas contra los vientos invernales, el frío y los escombros.
  • Almacene el equipo: Guarde las cabezas de aspersores, válvulas y otros equipos en el interior para protegerlos de las inclemencias del tiempo.

Modernización del sistema

Cuando el mantenimiento y las reparaciones ya no son efectivos, la modernización del sistema de riego puede ser la mejor solución. Esta puede ser necesaria debido a cambios en la presión y uso del agua o para mejorar la eficiencia en el uso del agua. Un sistema de más de 20 años puede no cumplir con las normas actuales de conservación de agua o tener tecnología obsoleta en comparación con sistemas más recientes.

La modernización del sistema de riego también puede ser una excelente oportunidad

para integrar tecnologías más sostenibles y adaptadas a la agricultura o paisajismo, no solo para reducir el consumo de agua, sino también para disminuir los costos de mantenimiento.

  • Mejora de la eficiencia del agua: La modernización del sistema de riego puede reducir considerablemente el consumo de agua al tiempo que mantiene la salud de las plantas. Las nuevas tecnologías de riego permiten gestionar la humedad del suelo con mayor precisión, permitiendo que las plantas absorban más agua y reduzcan la necesidad de riego adicional.
  • Mejora de la estética de la granja, el jardín y el paisaje: Un sistema de riego modernizado puede mejorar la apariencia general de una granja, jardín o paisaje. Un sistema modernizado permite obtener un patrón de riego más consistente, sin riego excesivo o insuficiente, lo que se traduce en un crecimiento más uniforme y saludable de las plantas.
  • Ahorro de dinero a largo plazo: Aunque la modernización de un sistema de riego conlleva un costo inicial, la inversión vale la pena. Los sistemas modernizados reducen los costos de mantenimiento a largo plazo gracias a un funcionamiento más regular y eficiente. La actualización también permite a los agricultores utilizar el agua de manera más efectiva, lo que se traduce en facturas de agua más bajas.
  • Mejor control y posibilidades de personalización del sistema: Los sistemas de riego más recientes están equipados con controladores inteligentes que permiten a los agricultores gestionar su sistema de riego a distancia, estén donde estén, mediante dispositivos inteligentes como teléfonos móviles, tabletas y ordenadores. Los programadores inteligentes también permiten personalizar el calendario de riego, la duración del riego e incluso las zonas que requieren riego adicional. La personalización funciona especialmente bien para paisajes cuyas plantas tienen diferentes necesidades de agua.
  • Mayor facilidad de mantenimiento: Los sistemas más recientes se ensamblan con componentes y materiales duraderos, lo que garantiza una fiabilidad a largo plazo y un mantenimiento mínimo. Gracias a la durabilidad de estos sistemas, los agricultores pueden pasar meses sin tener que realizar reparaciones. Además, estos sistemas requieren poco mantenimiento, ya que diagnostican ellos mismos los problemas antes de que empeoren.

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