El romero es una planta aromática resistente y fácil de cultivar. Sin embargo, hay un truco para tenerlo más abundante y frondoso. Descúbrelo a continuación.
Siguiendo las reglas que adoptan los jardineros, tu romero siempre estará listo para ser utilizado en tu alféizar de la ventana.
Romero: ¿Para qué sirve?
El romero tiene múltiples usos y beneficios, por lo que es una de las plantas aromáticas que más cultivamos en nuestros balcones, alféizares y terrazas. La planta tiene una larga historia tanto en el ámbito culinario como terapéutico, ofreciendo una amplia gama de beneficios para la salud y un aroma delicioso.
El romero se utiliza ampliamente en la cocina por su aroma y sabor distintivos. Sus hojas aromáticas pueden emplearse frescas o secas para dar sabor a una variedad de platos, como carnes asadas, aves de corral, papas, verduras, panes y salsas. Aporta un toque de frescura y profundidad a muchas recetas.
Además, el aceite esencial de romero se utiliza en aromaterapia por sus efectos estimulantes y vigorizantes. Se cree que posee propiedades que mejoran la concentración, alivian el estrés, reducen la fatiga mental y promueven la claridad mental.
El olor penetrante del romero puede actuar como repelente natural para algunos insectos. Puedes frotar hojas de romero en la piel o quemar algunas para mantener alejados a los insectos no deseados.
Aunque es una planta aromática bastante fácil de cultivar, los jardineros emplean algunos trucos importantes que te revelaremos a continuación.
Cómo cultivarlo
El primer secreto de los jardineros para tener una planta de romero siempre saludable y frondosa radica en la elección del suelo. De hecho, tan pronto como compres la plántula, debes trasplantarla y colocarla en una maceta más grande, con el suelo adecuado. El romero prospera en un suelo bien drenado y arenoso, con un pH entre 6 y 8. Asegúrate de que el suelo tenga una buena capacidad de drenaje para evitar la acumulación de agua.
Una vez completado este paso, la maceta debe colocarse a pleno sol, ya que es una planta aromática que necesita al menos 6-8 horas de luz solar directa al día para crecer de manera saludable.
Un factor igualmente importante es el riego. Es una planta resistente a la sequía y prefiere suelos ligeramente secos. Riega la planta moderadamente solo cuando el suelo esté seco en la superficie. Evita inundar el suelo, ya que el exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces.
Para mantener una forma compacta y promover el crecimiento, la poda también es importante. La poda en primavera es especialmente crucial para eliminar partes muertas o dañadas después del invierno.
No requiere mucha fertilización. Puedes aplicar un fertilizante de liberación lenta a principios de primavera para proporcionar una nutrición ligera durante la temporada de crecimiento.
