¿Cómo cultivar boniatos en el huerto?

Inicie el proceso de cultivo de boniatos obteniendo esquejes:


A diferencia de la mayoría de las demás hortalizas, las batatas no crecen a partir de semillas, sino de esquejes. Los esquejes, en este contexto, son brotes derivados de una batata madura. Aunque se pueden comprar plantas por internet o, en raras ocasiones, en un vivero local, lo óptimo es comenzar el crecimiento a partir de esquejes procedentes de un boniato, preferiblemente orgánico, ya sea comprado o de su huerto existente si ha cultivado boniatos anteriormente. Si lo adquiere en una tienda de comestibles, compruebe si el boniato es de la variedad trepadora o de arrastre.

Para empezar a crear tus esquejes, necesitarás varias batatas sanas y limpias. Cada boniato puede producir hasta 50 esquejes frondosos. Después de lavar bien los boniatos, córtalos en mitades o en secciones grandes. Sumerge la mitad de cada sección en una olla o un vaso de agua y sujétala con palillos de dientes.

Dado que los esquejes prosperan con el calor, colócalos en el alféizar de una ventana o cerca de un radiador. En pocas semanas, tus boniatos echarán brotes frondosos en la parte superior y raíces en la base.

Facilita el correcto enraizamiento de tus esquejes de boniato:

Una vez que los boniatos hayan desarrollado hojas y pequeñas raíces, es hora de separarlos en plantas individuales. Retira con cuidado cada esqueje del boniato, colocándolo en un cuenco poco profundo con la mitad inferior del tallo sumergida en agua y las hojas extendidas por encima del cuenco. En pocos días, surgirán múltiples raíces de la base de cada nueva planta. Cuando las raíces alcancen unos 3 cm de longitud, las nuevas plantas estarán listas para plantar. Mantenga su salud refrescando el agua con regularidad y desechando los esquejes que no muestren signos de desarrollo radicular o que presenten signos de podredumbre o moho.

Proceda a plantar los esquejes:

Con una pequeña paleta manual, cava agujeros de unos 10 cm de profundidad y 7 cm de ancho. Coloca una planta de boniato en cada agujero con las raíces hacia abajo. Asegúrate de que la mitad inferior esté cubierta de tierra, mientras que la superior, adornada con hojas frescas, quede por encima del suelo.

Rellena cuidadosamente el agujero con tierra, con cuidado de no molestar a la nueva y delicada planta. Presiona suavemente la planta y la tierra que la rodea para asentarla en su sitio y eliminar las bolsas de aire. Repite este proceso hasta que todas tus plantas de boniato estén bien plantadas.

Mantenga un riego regular y abundante:

Una vez que todos los esquejes de boniato estén en el suelo, riégalos generosamente. Riegue abundantemente hasta que la tierra circundante esté completamente húmeda, evitando la erosión del montículo. Durante la primera semana, riegue las nuevas plantas a diario, pasando a regarlas cada dos días en la segunda semana. Aumente gradualmente el intervalo entre riegos cada semana hasta llegar a un mínimo de una vez a la semana. Ajuste este programa en función de las condiciones locales, como períodos de sequía o lluvias excesivas, para asegurarse de que sus boniatos reciban suficiente humedad, especialmente durante las épocas más calurosas del verano. Los boniatos pueden soportar la sequía, pero un riego constante favorece una producción óptima.

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