La albahaca es una de las hierbas aromáticas más populares en la cocina por su sabor y aroma únicos. Aprender a esquejarla y hibernarla correctamente puede asegurarnos tener suministros frescos durante más tiempo, incluso fuera de su temporada habitual. Aquí te explicamos cómo puedes multiplicar tus plantas de albahaca mediante esquejes y cómo hibernarlas para disfrutar de sus hojas frescas durante todo el año.
Propagación por Esquejes
La propagación de la albahaca a partir de esquejes es un método rápido y efectivo para obtener nuevas plantas. Aquí te detallamos los pasos a seguir:
1. Cortar los Esquejes: Selecciona tallos saludables de al menos 10 cm de largo. Utiliza un cuchillo o tijeras limpias para hacer un corte justo por debajo de un nodo (el punto de donde salen las hojas).
2. Preparar los Esquejes: Retira las hojas inferiores del tallo, dejando solo unas pocas en la parte superior. Esto reduce la evaporación del agua y permite que el esqueje se concentre en el desarrollo de raíces.
3. Enraizar los Esquejes: Coloca los esquejes en un vaso de agua, asegurándote de que los nodos de donde retiraste las hojas estén sumergidos. Cambia el agua cada dos o tres días para mantenerla limpia.
4. Transplante: Una vez que los esquejes hayan desarrollado raíces de unos pocos centímetros de largo (lo cual suele suceder en 1-2 semanas), es momento de trasplantarlos a macetas con tierra bien drenada. Asegúrate de mantener la tierra húmeda, pero no saturada, para fomentar el crecimiento.
Hibernación de la Albahaca
La albahaca es sensible al frío, por lo que para hibernarla y asegurar su supervivencia durante el invierno, sigue estos consejos:
1. Traslado Interior: Antes de las primeras heladas, traslada tus plantas de albahaca al interior, preferiblemente a un lugar con buena luz natural, como un alféizar de ventana orientado al sur. Si no dispones de suficiente luz natural, considera el uso de luces de crecimiento.
2. Control de Temperatura y Humedad: Mantén la temperatura alrededor de 20°C y proporciona una buena circulación de aire para prevenir enfermedades. Si el aire en tu casa es muy seco durante el invierno, puedes aumentar la humedad colocando las macetas sobre bandejas con guijarros y agua, asegurándote de que el fondo de la maceta no esté en contacto directo con el agua.
3. Poda Regular: Poda las puntas de la albahaca para estimular un crecimiento más frondoso y evitar que la planta se vuelva “piernuda”. Esto también ayudará a mantener una producción constante de hojas frescas para cosechar.
4. Riego Adecuado: Durante el invierno, las plantas de albahaca requerirán menos agua que durante el verano. Riega solo cuando la capa superior del suelo esté seca al tacto.
Siguiendo estos pasos, no solo podrás propagar tu albahaca de manera efectiva, sino también disfrutar de sus frescas hojas durante todo el año. La albahaca propagada y hibernada adecuadamente puede brindarte cosechas abundantes y continuas, enriqueciendo tus platos con su sabor inconfundible.