¿La pulpa amarilla y jugosa del mango te provoca un deseo irresistible de verano? Descubre cómo plantar un mango en casa a partir de una semilla y cómo cultivarlo.
Una planta exótica originaria de la India, el mango se adapta bien a todas las latitudes cálidas y también se puede cultivar en macetas, a partir de su semilla. Plantar la semilla de mango en una maceta es una operación muy sencilla que te permite disfrutar de la belleza de esta peculiar planta tropical, convirtiéndola en la reina del balcón de tu hogar.
El mango es fácil de plantar y cultivar, pero si queremos que dé frutos, necesitamos tener paciencia y espacio. De hecho, en la naturaleza, el mango crece rápidamente hasta convertirse en un árbol de hasta 25 metros de altura que puede producir frutas abundantes, refrescantes y ricas en vitaminas, algo que en cautiverio solo es posible bajo ciertas condiciones: espacio e injertos.
Cuándo plantar semillas de mango
Las estaciones más adecuadas para plantar mangos son finales de la primavera o, aún mejor, principios del verano. Este período del año se caracteriza por temperaturas suaves y días más largos que permitirán que la plántula disfrute de un mayor número de horas de radiación solar.
El mango, por otro lado, es una planta que no tolera cambios de temperatura y por esta razón, las temperaturas suaves son ideales para la siembra, el crecimiento, pero también para mantenerla viva. Para preservar la planta de las excursiones térmicas en los meses más fríos, se recomienda usar las mismas precauciones que se usan para proteger las plantas de limón (es decir, cubiertas de plástico o tela) o trasladar la planta al interior de la casa (siempre que esté en un área donde pueda recibir varias horas de luz directa).
Plantar el mango: germinación
La germinación de la semilla de mango antes de ponerla en la tierra permite que las raíces jóvenes se fortalezcan lo suficiente como para arraigar y hacer crecer nuestra plántula.
La mejor manera de germinar mangos es usar una bolsa de plástico o un recipiente de alimentos como ‘incubadora’. Para que el mango germine, se deben respetar tres pasos básicos.
Primero, la semilla de mango debe extraerse de la cáscara. Esta es una operación delicada en la que se debe tener cuidado de limpiar la semilla extraída de las cutículas, pero sobre todo de no dañarla.
Como segundo paso, es necesario crear el alojamiento artificial para la semilla. Para ello, es necesario mojar una hoja de papel de cocina y colocar la semilla de mango dentro sin asfixiarla ni apretarla demasiado. En este punto, todo debe colocarse en el recipiente de alimentos o en la bolsa de plástico transparente: cualquier cosa sirve, siempre y cuando se pueda cerrar para mantener la humedad alta.
Cuidar de la semilla de mango germinada es muy importante. Las hojas de papel en las que estaba envuelta deben reemplazarse al menos una vez a la semana y siempre deben permanecer húmedas (para este propósito, podemos usar un rociador de plantas). Se tarda unos días en que la semilla de mango eche raíces y alrededor de dos semanas para que comience a brotar. Cuando el brote mide aproximadamente 4 centímetros, está listo para ser plantado en el suelo.
Cómo plantar la semilla de mango
Cuando la raíz es fuerte y el brote es vigoroso, ha llegado el momento de plantar la semilla de mango y el lugar ideal es una maceta no muy grande de unos 10 cm de diámetro, que es suficiente para acomodar la plántula y hacerla crecer en la primera fase de su vida, para luego trasplantarla a un recipiente más grande.
Como tierra es recomendable utilizar tierra universal, fácilmente disponible en supermercados y tiendas de jardinería, que se puede enriquecer con compost casero. La semilla debe plantarse cortada, es decir, con la raíz hacia abajo y el brote hacia arriba. Si la raíz está enrollada cerca del brote, no hay de qué preocuparse: cuando la semilla de mango esté en la maceta, la raíz descenderá naturalmente. Es importante recordar que el brote debe permanecer fuera de la tierra.
¿Cuándo da frutos el mango?
El mango es una planta muy particular y tarda años en dar frutos, considerando que una planta de mango nacida de una semilla puede tardar hasta ocho años en dar frutos (pero también podría no dar frutos si no se injerta); mientras que los injertos, por otro lado, producen frutos después de 3-5 años y garantizan una buena cosecha.
Generalmente, a la edad de tres o cuatro años, el mango genera de 10 a 20 frutos por árbol, aumentando a 50-75 frutos en los años siguientes y alrededor de 500 frutos en su décimo año de vida. Obviamente, de año en año la planta crece y se debe trasladar a macetas cada vez más grandes o a tierra que sea capaz de expandir sus raíces.
Tener un árbol de mango que dé frutos es realmente un privilegio, ya que esta fruta es un verdadero elixir de bienestar que se puede disfrutar de diferentes maneras. En particular, el mango es una buena fuente de vitamina C, vitaminas, minerales y fibra dietética que ayudan a combatir el estreñimiento.
Además, entre sus propiedades, cabe destacar las antiinflamatorias y antimicrobianas debido a la presencia de flavonoides, como la quercetina.