En esta temporada invernal, nada como una buena sopa para calentar el corazón y las papilas gustativas. La sopa de cebolla gratinada es un plato imprescindible, que gusta a todas las edades. Sencilla de preparar, está llena de sabor.
Ingredientes
- 600 g de cebollas
- 1,5 cubitos de caldo de carne
- 2 cucharadas de harina
- 20 cl de vino blanco seco
- 1 bouquet garni
- 4 rebanadas de pan de campo
- 120 g de queso gruyère rallado
- 40 g de mantequilla
- Sal y pimienta
La receta
- Hervir 1 litro de agua y añadir 1,5 cubitos de caldo.
- Picar las cebollas y dorarlas en mantequilla fundida durante 10 minutos, removiendo regularmente.
- Espolvorear con harina y remover hasta que las cebollas estén doradas.
- Añadir el caldo, el vino blanco, el bouquet garni, la sal y la pimienta.
- Dejar cocer a fuego lento, tapado, durante 25 minutos.
- Precalentar el horno a 240°C.
- Retirar el bouquet garni y verter la sopa en boles aptos para horno.
- Añadir una rebanada de pan por bol sobre la sopa.
- Espolvorear con queso gruyère rallado y gratinar en el horno durante 7-8 minutos.
- Servir inmediatamente.
Algunos consejos
- Para un toque gourmet, puedes añadir una pizca de nuez moscada a la sopa.
- Si no tienes caldo de carne, puedes utilizar caldo de verduras o caldo de pollo.
- También puedes sustituir el pan de campo por pan de molde.
La sopa de cebolla: un plato rico en sabores
La sopa de cebolla es un plato rico en sabores, gracias a la combinación de las cebollas, el caldo y el queso. Las cebollas, cocidas durante mucho tiempo, son tiernas y dulces. El caldo aporta redondez y sabor. El queso, por su parte, aporta cremosidad y crujiente.
La sopa de cebolla: un plato reconfortante
La sopa de cebolla es un plato reconfortante, perfecto para una noche de invierno. Es caliente y sabrosa, y te permitirá relajarte después de un largo día.
Así que no dudes en probar esta receta y darte un festín!