Cultivar chiles a partir de semillas puede ser una tarea apasionante, ya que ofrece una amplia gama de formas y variedades. Sin embargo, las plántulas pueden plantear retos que te lleven a cuestionar su progreso. En lugar de sentirte frustrado, ten en cuenta estos cinco secretos para garantizar un crecimiento robusto, tallos fuertes y plantas sanas.
- Planta dos pimientos por maceta:
- Aunque los pimientos crecen bien por separado, plantar dos juntos aumenta la productividad.
- Siembra los pimientos en macetas separadas y, más tarde, agrúpalos en macetas más grandes para conseguir un crecimiento óptimo del tallo y plantas robustas.
- Esta estrategia garantiza plantas sanas sin comprometer el desarrollo del tallo.
- Inicie las semillas en el interior de 8 a 10 semanas antes de la última helada:
- Comienza a sembrar las semillas de chile en el interior de 8 a 10 semanas antes de la fecha de la última helada.
- Endurezca las plántulas para que sobrevivan en el exterior después de la última helada y, a continuación, trasplántelas al suelo.
- Este proceso prolongado permite una temporada de crecimiento más larga, lo que permite una cosecha continua de pimientos durante toda la temporada.
- Mantenga una luz de cultivo adecuada:
- Evite que los tallos se alarguen manteniendo la luz de cultivo a una distancia de 2 a 5 cm de las plántulas.
- Si utiliza una ventana orientada al sur, cambie regularmente la posición de las plantas de pimiento para evitar que se inclinen y garantizar una exposición uniforme.
- Mantener las condiciones de luz adecuadas favorece la formación de plántulas robustas con un crecimiento robusto.
- Poda en la fase de 8 a 10 hojas:
- Promueva tallos fuertes y crecimiento lateral podando los chiles cuando alcancen la etapa de 8 a 10 hojas.
- Corta las 2 ó 4 hojas superiores, fomentando una estructura arbustiva de la planta y una abundante producción de frutos.
- Superar la duda inicial de podar da como resultado una planta de chile más resistente y fructífera.
- Seleccione un lugar de plantación ideal:
- Tenga en cuenta el entorno de crecimiento de las plantas de chile maduras.
- Elija una zona soleada que reciba 6 o más horas diarias de luz solar para un crecimiento óptimo.
- Si es posible, utilice un invernadero o un túnel para proporcionar calor adicional y favorecer un mejor desarrollo del chile.
- La jardinería en contenedores o la selección de lugares cálidos en el jardín garantizan la prosperidad de las plantas de chile.